El matcha whisk, también conocido como chasen en japonés, es una herramienta utilizada para preparar adecuadamente el té matcha. Aquí tienes los pasos básicos para usarlo correctamente: Prepara el matcha: Coloca una cucharadita de matcha en polvo en un tazón de matcha. Asegúrate de tamizar el polvo para evitar grumos. Agrega agua caliente: Vierte agua caliente (no hirviendo) en el tazón de matcha. La cantidad recomendada es de alrededor de 60-70 ml de agua. Humedece el chasen: Sumerge las cerdas del matcha whisk en agua caliente durante unos segundos. Esto ayudará a ablandarlas y evitará que se rompan durante el proceso de batido. Batido en forma de "M": Con el chasen en el tazón de matcha, sosténlo con una mano y con la otra mano sujeta el mango. Comienza a batir el matcha en forma de "M" o "W" de manera enérgica pero suave. Evita aplicar demasiada presión para no dañar el chasen. Batido enérgico: Continúa batiendo el matcha enérgicamente hasta que se forme una espuma suave y cremosa en la superficie. Asegúrate de mover el chasen rápidamente en movimientos circulares y de arriba hacia abajo para lograr una mezcla homogénea. Finalización: Una vez que el matcha esté bien batido y la espuma esté formada, retira suavemente el chasen del tazón. Golpéalo ligeramente contra el borde del tazón para eliminar cualquier exceso de agua y preservar la forma de las cerdas. ¡Y eso es todo! Tu té matcha está listo para ser disfrutado. Vierte el té en una taza y disfruta de su sabor único y vibrante. Después de su uso, es importante limpiar adecuadamente el chasen. Enjuágalo con agua tibia y déjalo secar al aire para mantenerlo en buenas condiciones.