La stevia es un endulzante natural derivado de la planta Stevia rebaudiana. A diferencia del azúcar común, la stevia no contiene calorías y tiene un índice glucémico muy bajo. Aquí tienes algunas propiedades destacadas de la stevia como endulzante: Bajo en calorías: La stevia es ampliamente utilizada como un sustituto del azúcar debido a su bajo contenido calórico. Aunque tiene un sabor dulce, no aporta calorías significativas, lo que la convierte en una opción atractiva para las personas que buscan reducir su ingesta de calorías o controlar su peso. Índice glucémico bajo: A diferencia del azúcar refinado, que puede elevar rápidamente los niveles de azúcar en la sangre, la stevia tiene un índice glucémico muy bajo. Esto significa que su consumo no causa un aumento significativo en los niveles de glucosa en la sangre, lo que la convierte en una opción segura para las personas con diabetes o que buscan mantener niveles de azúcar estables. No contribuye a la caries dental: La stevia no es fermentable por las bacterias bucales, lo que significa que no contribuye a la formación de caries dental. Esto la convierte en una alternativa atractiva al azúcar para aquellos que desean cuidar su salud bucal y reducir el riesgo de caries y problemas dentales relacionados. Poder edulcorante concentrado: La stevia tiene un poder edulcorante mucho mayor que el azúcar común. De hecho, se estima que puede ser hasta 200 veces más dulce. Esto significa que se necesita una menor cantidad de stevia para lograr el mismo nivel de dulzura que el azúcar, lo que permite reducir la cantidad total de azúcar y calorías en una receta o bebida. Estabilidad en la cocción: A diferencia de algunos edulcorantes artificiales, la stevia es estable al calor y se puede utilizar en la cocción y horneado sin perder sus propiedades edulcorantes. Esto la convierte en una opción versátil para endulzar productos horneados, postres y bebidas calientes.